viernes, 2 de diciembre de 2011

Jäger y MMM




¿Sabíais que en los años 50 los yogures se compraban en farmacia y los entregaban en pequeños recipientes de porcelana como el de la foto?
Nosotras nos enteramos el fin de semana. Invitadas en casa de Belén, preparando el desayuno del sábado me llamó la atención el azucarero. Belén nos contó su historia. Desde pequeña le había gustado ese recipiente donde su tía tenía la sal, siempre le preguntaba de dónde lo había sacado y su tía le contó que estos tarritos se rellenaban en la farmacia con yogurt.
Me pareció interesantísimo, sobre todo porque el cuenquito podría pasar perfectamente por una producción actual, tanto por diseño y por la decoración de letras en negro, como por material pues está realizado en porcelana piedra, cuando lo normal en la España de la época era la loza para el menaje de diario o la fina porcelana para la “vajilla buena”.
Tras retirar el azúcar, vimos en la base  el sello Jäger y nos pusimos a curiosear en la red. Una de las cosas que más me apasionan es descubrir una pieza “especial”,  investigar procedencia, uso, antigüedad y cotización.
Encontramos dos ejemplares del cuenquito POCH de esta firma alemana de porcelanas en Todocolección, explicaban lo del yogurt, la época y costaban entre 70 y 80 €.
Por supuesto la intención de Belén no era poner a la venta el suyo, puesto que desde pequeñita adoraba ese bowl de su tía y de ella lo heredó. El valor sentimental  es , como en la mayoría de estos casos, superior que el económico, aunque Belén se alegró de saber que poseía una pieza especial.
¡Y ahí empezó la vorágine…! Recordó que su tía también le había dejado una cafetera de aluminio, un escurridor también en aluminio de los que ahora se imitan por doquier, un cazo para cocer leche igualmente en aluminio,… Dimos la vuelta a las distintas piezas y apareció el sello: MMM.
Belén no recordaba exactamente el nombre de la firma, pero nuevamente la red nos sacó de dudas: Manufactura Metálica Madrileña, años 50 también.
Acabamos utilizando el menaje de aluminio para el desayuno, el cuenquito para el azúcar, sacamos un mantel de ajuar antiguo y hasta una pequeña y antigua churrera de acero inoxidable en su embalaje oríginal.
¡Finalmente tuvimos un auténtico y entrañable desayuno vintage!









































9 comentarios:

  1. Que bonito!!
    Esta claro que en la sencillez esta el punto!
    Buen fin de semana!!
    Veronica

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  2. Wow - all pics are fantastic. I would like to be there!!!

    Hugs
    Tine

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  3. entrañable esta entrada, me encantó!

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  4. Que increible...en la farmacia!!!...bueno la tazita ...si pasa por porcelana de hoy...quer interesante tu articulo. Me encanto todo el estilo...iela

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  5. Donde puedo informarme de el valor de una vajilla jagger. Esta completa con su sopera,salsera,platos peq llanos, platos grd llanos. Platos ondos grandes. I las fuentes. Tienen un borde con hilo dorado.
    Con sus cajas y sin usar las tengo. Quiero saber precios.

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    1. Lo cierto es que no soy especialista ni tasadora, el precio de las piezas de las que hablo los encontré en portales de venta de piezas de segunda mano. Te aconsejo que busques en ellos para poder poner precio a tu vajilla ;-)

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  6. Hola, Piola, buen día:

    Hace más de cincuenta años que tengo un tarrito POCH (el que me queda) y llevo tiempo con ganas de escribir sobre él. Tu blog me ha avivado los recuerdos: gracias. No parece ser cierto que estos tarritos se rellenaran en la farmacia (como Belén creyó entender a su tía), sí que la farmacia era el punto de venta del yogurt en la primera mitad del siglo pasado, porque, pienso, los recetaba el médico. Como fue mi caso (finales de los años cincuenta); aunque yo los conseguía en un bar de mi localidad que tenía cámara frigorífica: creo recordar que eran DANONE en tarro de vidrio (retornable) y debía tomarlos sin azúcar; los aborrecí y tardé años en apreciar el paladar y los beneficios del yogurt.

    Cómo conseguí los POCH es otra historia.

    Un saludo afectuoso,
    Pepe Paris

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    1. Gracias por compartir con nosotros, Pepe, es muy interesante lo que nos cuentas y, sí, puede ser que Belén no hilara bien lo que le contó su tía, lo cierto es que los tarros son divinos y es una suerte que tengas alguno ;-)

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