Crochet renovado

Reconozcámoslo, hasta hace poco teníamos recogidos

y casi olvidados los tapetes y las labores de ganchillo

regalados por nuestras tías o heredados

de nuestras abuelas.

Reconozcámoslo, ahora son lo más de lo más.

Los hemos sacado, lavado y planchado.

Los hemos puesto en lugares visibles y estamos orgullosas de ellos.

El ganchillo español de toda la vida,

en ocasiones llamado croché (galicismo de crochet) o tejido de gancho,

está de moda.

En pañitos, tapetes y manteles, como los de siempre.

En mantas y colchas hechas de cuadraditos, como los ponchos setenteros.

En copos de navidad, en agarradores para cocina,...

Ha cambiado la forma de exponerlos.

Los materiales han variado algo,

son menos brillantes, menos perlé, más mates, más naturales.

Desempolvemos pues nuestros tesoros de ganchillo.

O mejor aún, reinterpretémoslos o reinventémoslos.

El otro día cogí una aguja de gancho y un ovillo de algodón blanco

que me debió sobrar de algunos de los jerséis de punto de media

que tejí hace mucho, mucho tiempo.

Creo que la aguja era demasiado pequeña para el grosor del hilo

y, además, no sabía si aún recordaría lo único que aprendí de las

enseñanzas de ganchillo que de pequeña pedí a mi madre que me diera:

la cadeneta.

¡Sí, la recordaba!

Decidí experimentar, sin contar los puntos, cadeneta para aquí, unión, cadeneta para allá.

Una más corta, otra más larga...

¡Una rosa, me ha salido una rosa!

Ahora un hilo de empaquetar gris, muy tieso...

¡Creo que va a ser una mariposa!

Algo no ha cambiado,

me sigue relajando mucho.

Y me surgen grandes ideas.

Ya os iré contando...

Hojarasca

Andar por la hojarasca,

observando minuciosamente.

Descubrir pequeños mundos que dentro de poco

desaparecerán,

se descompondrán para alimentar el ciclo de la vida.

Darán nuevo aliento al granado, al rosal.

Una generación dando paso y posibilidad a la otra.

Me encanta pasear por la hojarasca

observando atentamente

La Vida.

Buscando su sitio

Me he dado cuenta de que, con el tiempo,

voy siendo menos estricta con el orden.

Conforme llegan nuevos objetos a mi hogar,

los dejo de manera casual.

Poco a poco irán buscando su sitio,

pasarán de un lugar a otro para definitivamente

quedarse en el más adecuado.

¿Definitivamente?

No.

Me he dado cuenta de que, con el tiempo,

soy cada vez menos estricta con el orden.

Las cosas cambian, los lugares cambian,

todo fluye.

Continuamente...

A veces hasta encuentran lugar en otros hogares

a través de nuestro bazar

Piezas Únicas Vintage

Lo que guarda un objeto

Unicornio de porcelana

Testigos mudos de muchas vidas,

hay objetos y lugares cuyas imperfecciones

guardan una larga e intensa historia.

Es el caso de este pequeño unicornio de porcelana.

Este vídeo, que ha sido premiado en Cannes,
cuenta en tres minutos y con muy pocos diálogos
una entrañable historia.

Disfrutadlo...

Amor al plato (Madrid)

Este pequeño bar-restaurante tiene un encanto especial.

Será por su amoroso nombre y su cuidado logo,

Amor al plato,

por su riquísima cocina casera hecha por mamá 
(la de David, el dueño del lugar),

por la música en directo y la terracita...

O seguramente, en mi caso, por los muchos detalles

de la decoración que me resultan entrañables.

Juzgad vosotros mismos.