Ya os comenté que visitar los mercados de pulgas de París era uno de
los objetivos principales en mi viaje a la Ciudad de las Luces y de ahí
que dedicásemos un día entero a recorrer el más grande de todos:
Le marché aux Puces de Saint-Ouen.
Está algo alejado del centro, en la Porte de Clignancourt, pero se llega
fácilmente mediante la línea 4 del metro parisino.
El Mercado de Pulgas de Saint-Quen cuenta con más de tres mil tiendas
que guardan tesoros antiguos o vintages, así como pequeños restaurantes
y cafés que permiten tomarse un respiro y reponer fuerzas para retomar
la búsqueda de tesoros.
La zona más genuinamente "de pulgas" es Vernaison, con pequeños
puestos llenos de objetos antiguos, vintage o simplemente viejos pero
con encanto.
Conforma una auténtica ciudad con sus callejuelas identificadas por nombres
y números, a la que se accede por varias puertas que señalizan entradas a las
diversas zonas.
Alrededor de Vernaison han ido surgiendo edificios tipo nave industrial o
galerías con antigüedades u objetos vintage más valiosos y caros.
Todas las zonas son de lo más interesante pero debo reconocer que
la más auténtica y con encanto es la de Vernaison.
Hagamos un pequeño recorrido fotográfico por ella y lo entenderéis.
Imaginaos esa tienda de dos plantas cubierta de viña virgen en primavera,
toda verde, y la cantidad de pequeños tesoros por descubrir en cada puesto.
Una de las puertas de Vernaison da acceso a un gran patio presidido por la
nave donde la firma Habitat tiene a la venta sus piezas descatalogadas y
prototipos, convertidos ya en piezas buscadas.
El ambiente de este patio y sus tiendas es más desenfadado y juvenil.
Cuenta con un bistrot de lo más agradable: la buvette.
Las galerías y naves aledañas a Vernaison ofrecen magníficas piezas
de anticuario, mobiliario vintage, ropa, comics...
Imagino que para muchos ir a Paris y supeditar la entrada al Louvre o
a Notre Dame a la visita de mercados de pulgas será un pecado
imperdonable, pero todo va en gustos e intereses
a Notre Dame a la visita de mercados de pulgas será un pecado
imperdonable, pero todo va en gustos e intereses
¿no os parece?