lunes, 22 de mayo de 2017

Jardines Yves Saint Laurent y 33 Rue Majorelle, Marrakech (Marruecos)



Uno de los espacios más visitados en Marrakech es el Jardín Majorelle, un lugar mágico lleno de plantas, 

colores y luz al que querrás volver cada vez que visites la ciudad marroquí.


Se sitúa fuera de la medina pero se puede acceder fácilmente andando si te gustan los largos paseos.



Los jardines fueron diseñados por el pintor francés Jacques Majorelle durante el
periodo en el que Marruecos fue protectorado de Francia.

En 1919 Majorelle se instaló en la medina de Marrakech, ciudad de la que quedó
profundamente enamorado, y en 1922 compra una finca en el borde del palmeral
de la ciudad donde manda construir un chalet estilo art decó de una asombrosa
modernidad, inspirado en la obra de Le Corbusier y en el autóctono Palacio de la
Bahía. Una construcción de dos plantas, dedicada la superior a vivienda y la planta
baja a un gran taller.

Enamorado de la botánica, diseñó un jardín en torno a la casa, estructurado a partir
de una cuenca central con diversos ambientes, vegetación exuberante con especies
exóticas que trajo de sus viajes por todo el mundo y adornado con fuentes, piezas de
cerámica, pérgolas...

Después de un accidente de tráfico, el pintor vuelve a París donde desaparece en 1962
quedando el jardín abandonado.

En 1980 el diseñador francés Yves Saint Laurent y su pareja sentimental Pierre
Bergé crean la "Association pour la Sauvegarde et le Rayonnement du Jardin Majorelle",
adquiriendo el jardín y el chalet/taller que hacen restaurar para recuperar el espíritu del
autor, incrementando el número de especies vegetales del jardín de 135 a más de 300.
Conservaron la parte de la vivienda para su uso privado y transformaron el taller de
Majorelle en el Museo de arte islámico de Marrakech que está abierto al público.

El acceso a los jardines se hace a través de una pequeña puerta en la calle Majorelle,
aunque la fachada y entrada principal a la finca se encuentra en una de las amplias y
modernas avenidas de esta zona, con una placa conmemorativa al diseñador.




Los vivos colores de los macetones y las estructuras de madera, las celosías y
rejería, el rosado de muros, el suelo de cemento bruñido, la exuberante y
exótica vegetación, la luz... Un auténtico paraíso terrenal.




















Los jardines cuentan con un precioso patio restaurante donde disfrutar de un
tentempié o un reconfortante té moruno.


Pero si preferimos comer fuera, en la propia calle de entrada del jardín hay
restaurantes y tiendas para completar el día.

Cuando nosotros fuimos estaban haciendo obras de mantenimiento, algo
incomodo a la hora de transitar pero seguro ya están terminadas.


Nos gustó especialmente el concepto de 33 Rue Majorelle, tienda con ropa,
complementos, artículos de hogar y restaurante de estilo noretnic.







7 comentarios:

  1. Hola Piola!! Con tus preciosos post de Marruecos cada vez me creas más necesidad de ir, jeje!!
    Bsts guapa

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  2. ¡Como me gustan estos paseos de tu mano, Piola!
    Desde aquí he podido percibir el frescor de estos espacios, la calma que transmiten, el ellos del agua y me he recreado con su colorido exuberante. Todo un placer para los sentidos.
    Besitos

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  3. que maravilla de sitio gracias por mostrárnoslo estoy deseando ir a verlo

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  4. Con tus fotos nos has hecho rememorar nuestro paseo por aquel paraíso...

    Un beso grande de las dos

    J&Y

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  5. Maravilloso!!! Los colores,plantas...Esa piscina rodeada de jarrones,todo todito y nada de desperdicio para una mirada con ganas de viajar por estas preciosas fotos.Gracias Piola y como siempre un placer. Súperabrazo E

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    Respuestas
    1. Y te aseguro que las fotografías no hacen honor a la realidad, Elena: era la segunda vez que visitaba Marrakech, en ambas ocasiones visité estos jardines y si vuelvo seguro que repetiré.
      Besos y gracias por acompañarnos <3

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  6. Qué preciosidad!. También yo necesito ir ya mismito. Haces unas fotos tan magníficas que me haces soñar despierta. Javier, guapísimo.
    Besos.
    María

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