jueves, 27 de septiembre de 2012

De gallinas y huevos









De todas las actividades de una granja, las que yo creo
más agradables son aquellas que tienen que ver
con el cuidado de las gallinas:
darles comida y recoger los huevos.

Recuerdo de pequeña cuando mi tía Pilar, gran conversadora,
dedicaba la sobremesa a picar las mondas de pepinos, sandías...,
que luego echábamos a las gallinitas.
"Pitas, pitas...", las llamábamos y
venían raudas y nerviosas a picotear los vegetales.

Todavía hoy disfruto muchísimo visitando las granjas que quedan
en mi pueblo. Y, sobre todo, disfruto compartiéndolo con los
pequeños de mi casa que, al menos en vacaciones, tienen la
oportunidad de conocer de cerca la vida sencilla y natural
de un pueblo.

Los mayores buscan ya otras aventuras pero Toso,
el más pequeño de mis sobrinos, es quien en estos momentos
espera ansioso que el sol baje y podamos acercarnos a la
huerta de nuestro tío Santiago, que con casi
noventa años aún mantiene gallinas y huerto.
Teníais que verle yendo cada mañana en bicicleta,
parece un chaval.

Toso, protegido con un sombrero panamá (para él de vaquero),
armado con una escopeta de tapón de corcho
(cual Pedro y el lobo) y con un pepino en la mano
(lo de picarlo le pareció innecesario), avanza entusiasmado
por el camino de las viñas hasta la huerta.
Prontas las gallinas se acercan a picotear el pepino.








El gallo, con cara de pocos amigos, vigila su territorio.









Las pollitas, aún indefensas, están recogidas en un pequeño gallinero.







Y, finalmente, el premio.
Un precioso huevo para la cena de Toso, 
mojado en pan de pueblo.









Toso lo guarda dentro de su sombrero para protegerlo.
Metió también una almendra.






Y...





No, no, tranquilos, el huevo se lo dio a su padre.
Él volvió a casa jugando a lanzar la almendra
y encestarla en su sombrero.
Pasamos una tarde preciosa
y no fue la única.






7 comentarios:

  1. Que tarde tan bonita Piloa!!
    Tu sobri es todo un aventurero!!
    Me ha impresinado tu tio Santiago, 90 años con su huerto, sus gallinas y en bici, que gozada!!
    muchos besos!!
    Veronica

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  2. Precioso reportaje, yo tuve gallinas en otra casa y es una experiencia maravillosa...
    me gusta este encabezamiento del blog, me parece que te metes antes en materia
    besoss

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  3. Que linda manera de crear memorias y que lindo tu sobrino! Cuando eramos chicas, teníamos un par de gallinas y papa recogía los huevos para que comiéramos. Mi hermana Clara, no quería saber nada! A ella había que comprarle los huevos en la despensa "por que eran fabricados por maquinas y no por gallinas"!!!!

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  4. Que linda tarde con tu sobrino Piola! Ahora no puedo acercarme a las gallinas, me dan impresión, no sé por qué! Pero de chica, mi abuela tenía gallinero, e íbamos siempre a recoger los huevos con mi hermano y ella y me encantaba!

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  5. Qué lindo!!! me encantaría tener unas gallinitas en casa! ( pero tengo lindos gatitos)
    besos

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  6. Uno de mis mas lindos recuerdos de la infancia es el visitar a mi abuela, que tenía un gran gallinero, y recolectar los huevos, aun tibios,toda una aventura!
    beso!

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  7. Un post muy simpatico el de hoy !!! menudos huevos , eso si que son ecologicos, devian de estar riquisimos.
    Besitos guapa!!!

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