martes, 18 de octubre de 2016

Jardín Botánico de Madrid, frutales y huerto



Aunque llevo más de la mitad de mi vida en Madrid, hay muchos espacios de
esta ciudad que aún no conozco y que, como os comenté, quiero empezar a
visitar y descubrir.

El Jardín Botánico de Madrid, fundado por el rey Fernando VI a mediados
del siglo XVIII, estaba originariamente ubicado cerca del río Manzanares y fue
trasladado a su ubicación actual y definitiva en el Paseo del Prado (junto al
museo del mismo nombre) unos años después.

Este último septiembre Javier, que ya lo conocía, me convenció para visitarlo y
lo cierto es que me maravilló, tanto que deseé haber podido trabajar allí,
rodeada de verde, plantas, flores y frutos por doquier.

Es más que un espacio de cuidado y exposición de plantas, se trata de una
institución gestionada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
que cuenta con una importante colección de especies de todos los continentes
y dispone de uno de los mayores bancos de germoplasma de nuestro país,
realizando estudios relativos a la recuperación de especies, mejora vegetal...

Quizás lo que uno menos espera es que disponga de un completo huerto
perfectamente integrado en el jardín al estar distribuido en tres grandes
parterres, uno con especies aromáticas, otro con especies hortícolas y un
tercero con frutales, que mantienen la misma línea clásica de diseño que
el resto de los parterres del Botánico.

Las huertas están situadas en una zona muy soleada, sin árboles de grandes
dimensiones próximos para evitar la sombra y favorecer el crecimiento de los
frutos.

Y es esta zona de frutales y huerto la que os muestro hoy.


Como corresponde a la temporada que lo visitamos (finales de verano), higos,
kakis, kiwis, manzanas, cítricos y granados estaban madurando en las ramas.







En toda la zona de huerto hay carteles avisando que los frutos no deben ser
tomados, por respeto y por los productos fitosanitarios con los que son tratados.

Además de los estudios botánicos, la finalidad de este huerto es didáctica: los
urbanitas poco conocedores de la vida rural, especialmente los niños, pueden
observar cómo se producen los alimentos que comemos diariamente, al tiempo
que motiva a crear un huerto urbano propio al mostrar que las hortalizas
pueden crecer en las condiciones climáticas que se dan en la ciudad.


Preciosas las moras de plena temporada y aún algunas fresas.



Variedades de Physalis, como el Alquequenje o Farolillo chino, o los más
redondeados miltomate o tomatillos verdes.



Espectaculares las flores de la alcachofa (arriba) y de los cardos (abajo)
con su filamentos morados.



Pimientos de muchas variedades.





Y, por supuesto, tomates, incluida la variedad cherry.




Girasoles con sus semillas (pipas) ya maduras.



La huerta propiamente dicha con las distintas variedades de Brassica (coles),
acelgas, espinacas...



El jardín de aromáticas con especies curiosas como esta albahaca de color
púrpura.



Y, por supuesto, la reina de la temporada otoñal que estaba a punto de
comenzar el día que visitamos el Jardín Botánico: las calabazas.

Muchas y de variedades diversas.




Espero que hayáis disfrutado de este paseo tanto como lo hicimos nosotros.

Os deseo una feliz semana.

10 comentarios:

  1. ¡Qué gozada de paseo!
    Los jardines botánicos siempre me han fascinado y procuranos visitarlos siempre que en nuestros viajes nos encontremos en alguna ciudad que los tenga. ;)
    Las fotos son ideales.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Recuerdo que fue una de mis primeras visitas que hice nada más llegar a Madrid hace ya veinte y tantos años. Y viajando tanto los jardines botánicos como los mercados son parada obligatoria. Al de Madrid he vuelto hace un par de años con la family. A Sofia le encantó. Besos

    ResponderEliminar
  3. Qué placer caminar ahí. Me parece una excelente idea,así todo el mundo ,aunque viva en la ciudad ,sabe de donde provienen los alimentos que tomamos a diario.
    Qué curiosa esa albahaca.
    Gracias por compartirlo.
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Si que es un paseo bonito, y la idea de que la gente de ciudad sepa de dónde vienen las verduras está bien, pero en algún momento dado deben recoger los frutos, no creo que los dejen caer o deteriorarse por la maduración, aunque los pájaros de la zona deben estar muy contentos, jeje. Besos guapa

    ResponderEliminar
  5. ¡Un paseo precioso, Piola, y unas fotografías maravillosas una vez más! Debería ser una visita obligada de los colegios el ir al botánico, pues es un disfrute enorme, tanto para niños como para mayores, conocer las plantas y sus frutos y perderse en sus colores y aromas.

    Deseamos que todo vaya bien por casa, seguro que surge otra oportunidad para compartir un rato juntas. Un beso grande de las dos

    J&Y

    ResponderEliminar
  6. Siempre me han parecido lugares mågicos y misteriosos..Hace una vida que no paso por allí

    ResponderEliminar
  7. Que lindos recuerdos Piola, pensar que hace justo un no paseabamos por la bella Madrid y este fue uno de nuestros paseos. Tus fotos me maravillaron, sobre todo la de los majestuosos girasoles!

    ResponderEliminar
  8. Menuda ganas me han entrado de ir, yo tampoco lo conozco y me apetece muchísimo! Como siempre un placer visitarte!
    Un besazo enorme1

    ResponderEliminar
  9. Hola Piol, ha pasado algún tiempo desde que no te escribo. Me encantan las plantas, flores, árboles, jardines .........Me maravilla las cosas bellas que nos da la naturaleza. Disfruté mucho de nuestra visita al botánico hace años ya, creo recordar que fue otoño, buscará las fotos..........tengo que repetir.........Fíjate que no sabía que había un huerto. Preciosas fotos. Desconocía que la alcachofa tuviera esa flor tan espectacular.

    Besos

    ResponderEliminar
  10. Tengo que reconocer, por mucha vergüenza que me dé como madrileña que soy, que desconocía totalmente que hubiera un huerto en el Jardín Botánico... creo que tengo que ponerme al día en muchísimos aspectos de Madrid.
    Y como me ocurre siempre, tus fotografías y tu manera de contar las cosas, los lugares, las sensaciones... me hacen desear muchos más visitar el lugar que nos muestras.
    Un beso grande Piola.

    ResponderEliminar

Cuéntanos...